sábado, 27 de agosto de 2011

EN EL RELLANO AL REVES.

Recuerdo cómo,  no hace mucho tiempo, un director de sucursal de cajas de ahorro de gran arraigo en Zaragoza, me decía en el transcurso de una conversación informal, sentados en su despacho: “¡hay que invertir en vivienda, invertir en vivienda es invertir en futuro, es apostar por la seguridad de la economía familiar! “.

“Pocas cosas dan mayor seguridad que la vivienda  -me decía apasionado, mientras abría y cerraba las varillas de sus gafas Cristian Dior, apoyada su espalda en el respaldo de un magnífico sillón de ejecutivo ganador y agresivo-; la vivienda es como la escalera de un edificio: hay momentos en que dejas de subir y eso son los rellanos, no ganas, no se revaloriza, no se especula, pero tampoco se pierde y más o menos pasado un tiempo, dejas el rellano y empiezas otra vez a subir. La vivienda es un valor seguro, rentable, constante, ¡invierte siempre en bienes inmuebles, nunca te defraudará la inversión!..Para las personas dinámicas y motivadas en el mundo financiero, este riesgo es un buen recurso”.

Me imagino hoy la cara que habrá puesto ese director de oficina, cuando Hassan,  Mohamed, Sidi…, o cualquier otro inmigrante, ya con papeles, le haya tirado encima de su mesa las llaves del piso de 60 metros cuadros, hipotecado en su sucursal. Piso en el que ha estado viviendo una pareja y cuatro niños.  Y a la vez,  se despida diciendo: “hasta la vista, gracias por todo, pero la hipoteca mal,- le comenta mientras sale por la puerta- el pago de la hipoteca me indigna, yo no acepto este juego”. Y efectivamente, dos no juegan si uno no quiere y si además él,  que tiene todo perdido,  no va a ganar, ¿para qué jugar?

Y Hassan, Mohamed o Sidi…, se va a su tierra, convirtiéndose en objetor hipotecario en España y que vaya a buscarlo, que a él no le retuercen las “cuotas mensuales” ni los niños del Kukuxclan del Niño Jesús.

Cuánto han cambiado los tiempos y los consejos de los directores de oficina, y cómo han cambiado las cajas y las entidades bancarias, y la sociedad…. Ahora se lamentan y descubren que las escaleras, además de subir, sirven para bajar. Todo ha cambiado de repente, como viene sucediendo últimamente: la caída del Muro, las Torres Gemelas, la revolución de los países árabes, China que se sale, España que gana el mundial, la socialdemocracia que no encuentra su sitio tras la crisis post-industrial, las clases medias que dejan de ser medias… Todo pasa muy rápido, casi es imprevisible: la incertidumbre domina, las políticas financieras se imponen, la solidaridad bajo mínimos, el terrorismo, las pensiones, la edad de jubilación, las ideologías y el Partido
Socialista...

El Partido Socialista que en el ámbito nacional se bate en taimada retirada y que en mi tierra acaba de perder las elecciones autonómicas y por tanto no formará Gobierno en  Aragón.

Una escalera que este partido  venía subiendo desde hace tres legislaturas, doce años de “Marcelinato” progresista-conservador de centro, y no sólo no se queda en el rellano, sino que de repente baja dos o tres pisos de golpe.

¿Qué ha pasado?... Todos decían que…. ¡Pues se ha perdido! Y además, se ha perdido de forma estrepitosa, sin paliativos, sin colchón de seguridad, sin enterarnos…..todo de repente.

Con el 15-M en la calle, pidiendo cambios, con unos ciudadanos -posibles votantes- pidiendo cambios y con algunos políticos, compañeros socialistas, en estado de shock, casi en estado de coma, perdidos. Parece como si  hubieran quedado desnudos, bajando apresuradamente las escaleras con una mano delante y otra detrás  mientras en el montacargas ven subir, desde el rellano del piso principal, a los hacedores neoliberales, conservadores primitivos. Otros ocupas de intereses especulativos entran -sin haber hecho nada, ni tan siquiera oposición- en los puestos de toma de decisiones en el Gobierno de Aragón.

Y empezamos, mientras descendemos,  a  lamentamos de lo que vamos a perder en políticas sociales, educativas, sanitarias, etc.…nos lamentamos de lo que no vamos a seguir impulsando, de lo que podrían ser -y seguramente dejarán de serlo- políticas en las que creemos de manera honesta. Pero nos justificamos con que la alternativa democrática es esto, ¡qué se le va hacer, las urnas han dictado sentencia! “Hay que joderse lo que desfigura la muerte -se decían dos enterradores, mientras abrían la caja del difunto para su traslado-; lo que más -se contestaban-, lo que más”.

¡Pues sí, es verdad, tenemos razón! Pero permitidme decir que ahora, en paños menores,  sin envolturas simbólicas de poder, no hemos perdido ni la vista, ni el oído, ni estamos muertos. Esto nos debe exigir ser y a estar más atentos a lo que pasa (redes sociales, medios de comunicación, foros…), a lo que se oye (estar al loro) e interpretar porque, hasta ahora, no hemos sabido interpretar casi nada bien……

Se nos han abierto los ojos cual “lechuza en la rama del abeto en la oscuridad de la noche”, que ven todo, pero nadie las ve a ellas…escondidas, asustadas, inocentes de todo, cuando no son inocentes de casi nada y culpables de mucho.

Son tiempos de interpretar, de recuperar la calle. Soy socialista, y quiero estar cerca de la gente del 15-M, sin ser abucheado por serlo (pocas cosas tan intensas como el 15-M me han permitido últimamente tener una conversación de un cierto calado con mis hijos, intercambiando ideología), porque creo que tenemos muchas coincidencias que nos aproximan más que nos alejan (¡y eso que empecé pensando que era un botellón con temática, y para como estaba la juventud de desafecta, por lo menos…!. Porque además, no quiero que piensen que mi intención es instrumentalizarlos; son una corriente de aire puro, H2O sin adulterar, que puede limpiar este sistema de impurezas en las que el PSOE ha caído, probablemente. Como partido de izquierdas que quiere ser y al que vota mucha gente coherente con sus ideas, el PSOE ha podido defraudar; cosa que jamás pasará en la derecha, siempre tan regios ellos, uniformados, tan inmovilistas, tan materialistas, tan conservadores, sujetos al “yo siempre así”.

Son también tiempos de análisis interno. Ningún socialista de Aragón ha salido a poner su cargo a disposición del partido, o casi ninguno -por si acaso-. Se calla por omisión y, lo que es peor, se calla por indefensión. Somos muchos los que no opinamos, pero  merecemos respeto. Merecemos gestos socialistas de nuestros compañeros designados durante estos años  para dirigir,  que dignifiquen la pérdida de confianza - los socialistas siempre hemos sido gente generosa-. Sed generosos ahora, vosotros, con la gestión de la derrota. Lo estamos esperando muchos. ¿No pensáis que deberías hacerlo? Aunque se haya perdido, la gente ha trabajado, bastante más que algunos de los ahora ocupan “sillón político”, los que ahora estáis representáis la derrota, y tenéis que ser dignos representantes de ella.

Pero es preciso que sepáis que muchos de vosotros no representáis el futuro más inmediato del partido. Si no fuera así, este partido se volvería a pegar contra el muro, seguiría bajando la escalera. Tenemos gente joven, nueva y preparada, con ilusión ganas y capacidad, eso es lo toca ahora……y dentro del aparato del partido, no fuera de él.

Me imagino que en los distintos comités o ejecutivas provinciales y regionales, algo se dirá. Alguien afrontará la situación con cierta autocrítica. Tenemos gente capacitada para gestionar este drama. Por favor, decid algo. Se ha perdido en todas partes: Teruel, Huesca, Zaragoza ciudad y Zaragoza provincia (ese Cuarto Espacio); se han perdido pueblos y pequeñas ciudades muy importantes, núcleos rurales de referencia socialista (en algunos se va a gobernar, pero se han perdido votos, se ha perdido confianza).

¡Si, efectivamente!, el voto de castigo al gobierno ha pasado factura, pero ojo, esto no lo justifica todo. Si es cierto que nos hemos desgañitado diciendo que Zapatero no va a ser “el alcalde” de nuestro pueblo, también es cierto que nuestros alcaldes –por mejor decir nuestros alcaldes candidatos- no han tenido la confianza de nuestros vecinos, ¡sí, de nuestros vecinos!, que no son marcianos, son nuestros vecinos: trabajadores y trabajadoras en paro, en riesgo de estarlo, empresarios y empresarias de pymes, autónomos, etc... ¡No han confiando en nosotros!, porque dudan de que sepamos gestionar esta situación; tienen miedo y permitidme que agregue: nosotros tampoco hemos sabido gestionarla, nos ha venido grande.

Son tiempos de remendar un partido que se da por desaparecido, que teniendo identidad e historia en estos momentos está quebrado, “NO ROTO”. Este partido y sus miembros, mis compañeros, jamás vamos a dejar que se rompa, somos socialistas, y debemos sentirnos orgullosos de serlo, ahora más que nunca.

No es hacer leña del árbol caído, que nadie entienda estas líneas así, con los compañeros en sede parlamentaria y gobernando en el Ayuntamiento siempre cerca, ayudando, empujando, animando. Ahora, más que nunca, toca demostrar que si no gobernamos, sabremos hacer una buena oposición. ¡Que somos buenos profesionales, buenos comerciantes, empresarios, arquitectos, operarios o funcionarios! Que tenemos la responsabilidad de hacerlo lo mejor que podamos. Tenemos que estar preparados para cuando podamos gobernar, y entonces, gobernar mejor, mucho mejor.

A ser gente de confianza, pero mientras tanto,  a escuchar (a estar al loro), a sentir la relación con la sociedad, y sus ciudadanos, a evitar los conflictos internos, (si se puede), a generar consensos, buscando a los compañeros más preparados y capaces, que conjugando la lógica de poder orgánico nos den ilusión y confianza.

Confianza para transmitirla a nuestros vecinos y borrar, sobre todo borrar y anular a funambulistas, acróbatas rancios y caciques del poder, con habilidades para desenvolverse ventajosamente entre diversas tendencias u opiniones opuestas, - mal de todas las organizaciones, hasta del 15-M-.

Y responsabilidad a la hora de  gestionar la incertidumbre de una sociedad, de unos ciudadanos y ciudadanas que sinceramente se merece bienestar. Esa es nuestra meta en primer lugar y luego, ya gobernaremos.

Ah, me olvidaba de señalar que estas sencillas líneas las he escrito en el reverso de unas hojas sucias, borradores a tirar, que contenían una entrevista titulada La memoria como escritura: entrevista con quien fue Federico Sánchez, (alias de Jorge Semprún en la clandestinidad)  ¿casualidad?

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