sábado, 27 de agosto de 2011

Zafi

No pude evitar, sentir una sensación de alegría, cuando el dependiente de la tienda me indico con la mirada la existencia de dos pequeños gatitos expuestos en el escaparate.

Había pasado cien mil veces por ese escaparate y nunca, nunca, había visto gatitos en los expositorios que dan a la galería comercial.
¡Que ruina!, María y yo, teníamos que tomar una decisión muy comprometida.

Será una tontada, seguramente imaginaciones mías, cosas que se me meten en la cabeza, pero a la hora de elegir gatitos, había uno, que miraba intensamente a María, o me parecía a mí, que miraba intensamente a María, ¡yo que sé!.

Cuando e dependiente nos mostró a los dos gatitos, él, seguía mirando a mi hija, y a la hora de decir, no pude evitar inclinarme por ese gatito de color gris clarito, de pelaje atigresado aterciopelado, con unas patas fuertes y sobre todo con una mirada intensa, pero muy cariñosa, que parecía decir, que él nos había elegido, al pasar por el escaparate de una tienda de animales en un centro comercial.
-          El gris clarito- dije yo-
-          El otro, por qué no?- dijo María.
-          ¡Pues, no sé!
-          ¡Bueno, pues el gris clarito!, confirmo María, deseosa de salir de esa situación de incertidumbre entre dos gatitos que generaban cierto sentimiento contradictorio, sobre todo al pensar en él que dejaba.

Salimos del centro comercial poco a poco, María dando saltos de alegría, y yo todavía, aturdido, después de haber sufrido un shock contradictorio traumático, al decidir la compra de un gato en contraposición con mis creencias de siempre.

¿Pero como es posible, que yo, le regale a mi hija un gato para su cumpleaños?, ¿Dónde me ha dado la descarga eléctrica, con qué ha sido el golpe, para alterar de esa manara mis decisiones?.
-          Como lo llamaremos?- pregunto María-
-          Como tú quiera?- dije yo-, los tatos tuvieron un gatito que se les suicido, se llamaba Zafi.
-          Y por qué se llamaba Zafi.- pregunto María.
-          ¡Porque el tato Alberto no pronunciaba bien la z y la f, y así, pensamos que le ayudaríamos a corregir su pronunciación y solucionar él problema!
-          ¡Pues sabes lo que te digo! ¡se llamará Zafi!- confirmo María-

María llevaba a Zafi dentro de una caja de cartón. Íbamos camino del gimnasio, donde su madre había ido a hacer spinning, y, yo, cada vez tenía más dificultades para explicar el porqué de todo este jaleo.

La esperamos, sentados en el banco de madera que esta enfrente de la puesta del gimnasio, debajo un una morera que deba ciertos trazos de sombra mientras éramos abanicados por un suave cierzo agradable que refrescaba nuestras sonrojantes mejillas alteradas por la decisión que acabábamos de tomar.
-          ¿Oye, papa? ¡ya sé, porque Zafi, sé llama Zafi!
-          ¿Por qué elegisteis ese orden de letras, que se leen así, Zafi?
-          ¡pues, no sé!
-          ¿Quién será Zafi?, dijo, mientras miraba animosamente al gato, y el gato le devolvía la mirada con esa intensidad tan peculiar. Podemos hacer una cosa, cuando lleguemos a casa, después de ir a la veterinaria lo buscaremos en Google, ¿te parece?.

A todo esto, llego Pili Mar, la mama. Los dos teníamos una expresión en la cara que nos delataba irremediablemente. La mama, sin saber exactamente lo que habíamos hecho, tropezó y se echo hacia atrás, era como si hubiera adivinado y a la vez temido lo que acaba de ocurrir.

Efectivamente María sujetaba la cajita de cartón, con tanto delicadeza y ternura, que no hacia falta decir nada más.

Si hay algo que distingue sobre manera a la mama de María es la generosidad y el cariño, y que queréis que os diga también se enamoro de Zafi. En ese momento éramos 4, dejábamos de ser tres de una forma anecdótica, casi mágica, y pasábamos a ser cuatro.

La veterinaria, nos sorprendía a todos, cuando al entrar en su clínica y nada más coger a Zafi manifestó, ¡que gatita más guapa!
-¡es gata!... joder….nos miramos todos con los ojos de “ternero degollado”. ¡Es chica! ósea, ¡es gata!.

La veterinaria la reconoció y ausculto concienzudamente, manifestando su complacencia con su estado físico, después de un rato de amplia charla con nosotros expreso: en una gata común, vulgar diría yo, su estado físico es muy bueno, pero me parece que tiene algo que no sé yo……, es como si me estuviera preguntado ¡que tal estoy! ¡tiene una mirada tan inteligente y a la vez tan sosegada y penetrante que….!

Después de oír las recomendaciones del compañero de la veterinaria, muy ilustrativas y generosamente amenizadas sobre la estimulación  ambiental, alimentación y costumbres  de los felinos……. y una vez adquirido el “kit” básico del gato domestico, que tiene de todo, nos fuimos a presentar nuestra casa a su nueva usuaria “miss Zafi”.

En casa nada más llegar nos pusimos a buscar en Internet la razón de ser de esas cuatro letras. Escribimos Zafi en el identificador de google, que ya se sabe que lo sabe todo, y empezaron a caer un montón de páginas con significados sobre las palabras Zafi:
-          que si “letra s de Hip hop”
-          que si “virus informático zafiB”.
-          Que si “Zafi-gen”…..

En fin, de todo, nos dedicamos a ir leyendo conforme iban cayendo las paginas, todas eran curiosas, Zafi, gusano informático…, Zafi, nueva tarjeta navideña peligrosa……..pero, cuando ya estábamos a punto de dejarlo Zafi, nuestra gata, apoyo su patita en la barra espaciadora deteniéndose la selección en la pagina 42, ultimas líneas, donde se podía leer:
“Felino de raza Cornisa Rex con excelente capacidad de desplazamiento, inteligente, ágil, diestro, que inteligentemente ha cautivado el corazón de la familia”

E, inmediatamente después:

Leyenda, autentica, hecha real, princesa azul, de otra galaxia, que se convirtió en sapo y luego en gata…….. y que dicen en las historias que fue la muchacha más inteligente de su planeta, castiga por su arrogancia a ser un sapo y luego una gata humilde LA GATA, MÁS,  HUMILDE DE LA TIERRA
Que un día cuando “los septorcios” lleguen a un “metanones”, volverá a su planeta, después de haber cumplido su leyenda, cuidarla, ella os necesita y os querrá.
María y yo, nos quedamos mirando y después de resoplar  a la vez, dijimos juntos: ¡joder con Zafi!, mientras ella nos miraba con esa mirada intensa, pero sobre todo, ahora, cariñosa y humilde y con un cierto resquicio de satisfacción. Poca satisfacción, por si acaso………………..


No hay comentarios:

Publicar un comentario